La crisis económica que sufren a diario millones de mexicanos poco importa a los integrantes del Congreso de la Unión, aquellos que juraron ante la Constitución defender los intereses de las personas que votaron por ellos.
Los legisladores federales, ya sea de la
Cámara de Diputados o del Senado, se sirven con la cuchara grande el
presupuesto que se les asigna, y no conformes con sus jugosos salarios, se
autorizan partidas especiales para contratar a sus parientes como “asesores”.
De acuerdo con información de Reforma, entre
2012 y 2016, el Congreso habrá gastado en asesores 8 mil 678 millones de pesos
del dinero de todos los mexicanos.
Señala que algunas asesorías son para
ayudar a los legisladores en la elaboración de leyes, dictámenes o análisis. En
otros casos, en la lista de “asesores” del Senado se incluyen a hijos, novios y
hasta choferes.
Por ejemplo, la perredista Iris Vianey
Mendoza tiene registrados como asesores a su hermano Freddy Mendoza y a su pareja
sentimental, Carlos Sotelo.
Otro caso es el del dirigente del sindicato
de Pemex, Carlos Romero Deschamps, quien mantiene en la nómina a Arturo Trejo
González, su chofer, con un salario de 20 mil pesos mensuales.
Sólo de 2012 al último día de este año, las
Cámaras de Diputados y Senadores desembolsaron 6 mil 618 millones de pesos para
asesores.
No conformes con eso, para 2016 los
legisladores ya tienen presupuestado gastar 2 mil 60 millones, un aumento de
128 millones respecto a lo gastado en este 2015.
Según las cifras incluidas en los anexos
del Presupuesto de la Federación, los legisladores han asignado esas partidas
para las remuneraciones al “Personal de Carácter Transitorio” y a “Servicios
Profesionales, Científicos y Técnicos”.
En el primer caso, se autorizaron
erogaciones por arriba de los 7 mil 247 millones de pesos.
Eso incluye contrataciones por asesorías,
consultorías, estudios y capacitación.
En el segundo rubro, el gasto asciende a
más de mil 430 millones de pesos para asesoría, consultorías, estudios,
capacitación y servicios de vigilancia, entre otros.
En total, en este periodo, el presupuesto
del Congreso para el pago de asesores creció en 57 por ciento, al pasar de mil
306 millones, en 2012, a más de 2 mil millones de pesos para 2016, recientemente
aprobados por la Cámara de Diputados.
El dinero destinado entre 2012 y 2016 a
asesorías permitiría la construcción de 29 hospitales como el que el Presidente
Enrique Peña inauguró en agosto en Apatzingán, con una inversión de 292.5
millones de pesos y que beneficiará a 174 mil habitantes, según la Presidencia.
También equivale casi al presupuesto anual
asignado a la UNAM en 2015, que es de 8 mil 167 millones de pesos. En el caso
de la SEP, una cantidad menor sirvió para el “Programa Nacional de Becas”, con
7 mil 847 millones de pesos.
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